Origen
Las semillas de chía son originarias de México, y las culturas maya y azteca las consumían como un superalimento muy energético y además tiene beneficios nutricionales, ya que son uno de los alimentos más ricos en ácidos grasos omega 3, una de las fuentes vegetales con más omega 3 sin una duda. Chía es una palabra de origen maya, perteneciente a la familia de la menta, que significa fuerza, además de sus ácidos grasos esenciales están llenos de vitaminas, minerales que ayudan a nuestro cuerpo a combatir las grasas y nos aportan muchos beneficios. Para celíacos comentar que no contienen gluten. Su sabor es suave recordando a frutos secos.
Es una fuente equilibrada de ácidos grasos: Omega-3, Omega-6 y Omega 9, contienen proteínas, fibra dietética, antioxidantes y son buenas fuentes de hierro, calcio y potasio; así como magnesio, fósforo, manganeso y zinc.
Usos
El aceite de chía es perfecto para quienes buscan una fuente de ácidos grasos omega, esenciales para la salud y el bienestar, no procedente del pescado. Un análisis de laboratorio indica que es posible que el aceite de chía tenga una mayor concentración de grasas esenciales que el aceite de linaza, generalmente considerado la mejor fuente vegetal de ácidos grasos Omega-3. Las semillas contienen una gran cantidad de fibra, aproximadamente 3 gramos por cucharada de semillas; contienen todos los aminoácidos esenciales, a excepción de la taurina, y tienen el doble de proteínas que el resto de semillas.
Las semillas de chía tienen la excelente capacidad de acelerar el metabolismo, y con ello quemar grasas localizadas en la cintura y abdomen. Además tenemos que sumar su gran aporte en calcio, que nos ayuda a digerir las grasas que hemos consumido durante el día.
La chía nos ayuda especialmente a conseguir un vientre plano. La Chía es también un excelente regulador del intestino, debido a su riqueza en mucílagos. Tiene un alto contenido en fibra que regula el intestino perezoso. Pero eso sí, es imprescindible que bebamos 2 litros de agua al día.
Las semillas de chía nos ayudan a combatir la ansiedad, es un relajante muy eficaz y recomendado por nutricionistas para el estrés y la ansiedad.
Semillas de chía en agua
Tienen grandes propiedades hidrófilas, es decir, tienen afinidad con el agua, por lo que ayudan a regular el equilibrio electrolítico y a mantener el organismo bien hidratado; Las semillas de chía pueden absorber hasta doce veces su peso en agua, lo que nos ayuda a estar más hidratados.
Si se añaden las semillas de chía al agua se crea un gel que ralentiza la digestión de los carbohidratos y su conversión en azúcar, lo que ayuda a regular el azúcar en sangre y limpiar el tracto digestivo, proporcionando una sensación de saciedad que puede ayudar a perder peso. Ideal para personas con diabetes. Estas semillas se digieren más lentamente que otros carbohidratos, por lo que son beneficiosas para los diabéticos, porque ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre.
En deportistas, las semillas de Chía son beneficiosas, porque ayudan a aumentar los niveles de energía, y mantienen al deportista hidratado por largos periodos; mejorando la resistencia.
La chía es una de esas semillas que nos valen para todo. Es fuente de antioxidantes por su riqueza en ácidos fenólicos e isoflavonas, indicado en cáncer de colon, problemas articulares, piel, osteoporosis por su riqueza no solo en calcio sino en manganeso, es esta riqueza en manganeso la que lo hace muy interesante para la tiroides. problemas porque participa en la síntesis de tiroxina, la principal hormona tiroidea, ideal para tratamientos de rejuvenecimiento o dietas antiaging… En definitiva, un superalimento, que debemos incluir en la dieta sin ninguna duda. Permitido para todos nuestros pacientes sin excepción.
